by pastor B.H. Clendennen
Almaty, KZ- Beaumont, TX.
Durante los últimos dieciocho años de la vida del hermano Clendennen, continuó trabajando aún más para llegar a este mundo nuestro en Forjar un buque de recuperación y en ver un avivamiento pentecostal en cada nación. Era muy normal para él predicar al menos varias veces al día con gran fuego, sustancia y energía, a menudo desgastando a sus intérpretes. En estos últimos años, Dios había sanado su cuerpo y lo había levantado en diferentes momentos para continuar predicando. Siempre amable, siempre intransigente, siempre fue un ejemplo para los predicadores y las iglesias de nuestros días. Fue realmente capaz de decir "Sígueme incluso mientras sigo a Cristo". Hace unos años, en Inglaterra, en el desayuno, una mañana, me dijo la mañana que se levanta y no puede predicar, quiere irse a casa. Era un hombre de una sola tarea..